Alguien me colgó boca abajo...
de mis lábios sólo caían versos
y de mis venas nombres...
lo que más indignó a mi verdugo,
no fué mi tortura, fué...
que al tercer intento ¡resucité!.
¿Que vería en mi el verdugo
que se puso nervioso?...
Rbiando y pataleando gritó:
"¡Qué injusta es la justicia¡"
...¿?...
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