AMALIA: El señorito Javier sube por la escalera.
CELESTE: (A Javier). El siempre tan a tiempo.
AMALIA:(Colocada en el centro de la escena, queriendo participar con un protagonismo que no le corresponde. Ordenó algunas cosas, sonríe a Alejandro y sigue con la mirada a Javier).¿Apago la luz?.
ALEJANDRO: Si Amalia, apague la luz...puede retirarse.
AMALIA: Ya...es por ayudar.
ALEJANDRO: (incómodo). Gracias Amalia...puede retirarse. (Amalia desaparece por el foro. Celeste ayudada por Javier enciende las velas de la tarta, quedando la escena iluminada por la luz de las velas, en tanto, entra Javier, excitado pero a penas se percibe, tal vez producida por alguna copa de más. Celeste, Alejandro y Jaime cantan: "Porque es un chico excelente, bis, bis, y siempre lo será". Apláuden, lo felicitan, le piden que apague las velas. Las apagan y le vuelven a aplaudir. Vuelve la iluminación a la escena.Se sientan, Alejandro en el sillón orejero, Celeste en el otro, de cara al espectador, Jaime en el riñonera, entre Celeste y Alejandro y Javier en la otra silla, frente a Alejandro, como apartandose de todo y casi al margen de los demás). En realidad Javier...¿podrías explicarnos porqué eres un chico excelente?
JAVIER: ¿Yo excelente?, ¡vamos Alejandro que no estamos en un tribunal de oposiciones!.
JAIME: Creo que Alejandro se equivocó de orientación en su carrera. En lugar de juez, debería haberse hecho fiscal.
ALEJANDRO: No me hubiera importado, pero como soy práctico y aprobé Judiscaturas...aqui estoy, navegando en el receloso mar de la Justicia. (dicho irónicamente).
JAIME: ¿Y cómo te sientes en ese mar de Justicia Alejandro?. ¿Como Ulises, luchando en los avatares de la vida profesional?, Administrando pronta y eficaz justicia sin oir los cantos de sirena de ningún interés corporativo, ó de algún poderosillo...¡Que de todo hay!
ALEJANDRO: Me temo que la Justicia no es tan poética como la pintan en nuestros palacios. Sólo algunas veces es así como tu la pintas, otras, llega a ser patética. Pero el resto del tiempo, que suele ser casi siempre...resulta aburrida.
JAIME: Me corrijo, hoy no estáis sombríos...más bien filosóficos.
JAVIER: La filosofía le viene bien al aburrimiento del espíritu. Es como la gimnasia que contraresta los efectos de la modorra. Un tentador antídoto contra el tedio de provincias.
CELESTE: Por eso tu, con quien estás realmente casado es con tu filosofía, no conmigo.
ALEJANDRO: Si eso fuese así mi querida palomita, que no lo es, tu serías una mujer más afotunada aún. Compartir el marido con la sabiduría...¡no me parece mal asunto!.
JAVIER: El problema de Celeste no es qué ó quién compartir. A ella lo que le preocupa es el hecho en sí de compartir, de no ser el epicentro de todo, absolutamente de todo lo que sucede a su alrededor.
JAIME: (Conciliador). Vamos, vamos, todos sabemos que vosotros lo compartís todo, no nos creeremos que ni siquiera doña Sabiduría abre la más pequeña brecha entre vosotros, al veros...hasta echo de menos las peleillas con Amada.
Continuará...
5 comentarios:
hola
shhhhhhhhhhhh
por lo bajito
estos nobles no entienden a los filosofos
un abrazo
Me encanta el curso que va tomando. Cuando acabes podías recopilarlo en una especie de libro de internet.
Saludines.
Me reservas una revista Glamour antes que se agoten:)
Buen dìa! salgo apurada,hoy tràmites de obra social
Que tengas una excelente seman, besos:)
Bonita historia, de verdad. Besos
muy original tu historia. Me armaré de paciencia para saber que continua.
Estaré pendiente.
Un abrazo
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