martes, 1 de septiembre de 2009

Caminado Por La Vereda Escena Segunda. 1


AMALIA: Si señora, bueno, señorita, que lo de "señora" es otra cosa. Me lo van a decir a mi, con lo que tengo yo visto. A mi me salieron los dientes entre mujeres, de mujeres se yo un rato. y luego...¿qué?.Cualquier damisela de pitiminí quiere ser señora. Como si para eso le bastara tener dinero y un maridito...pero no. Para ser señora (enfatizando la palabra) hace falta no estar todo el día pensando en serio. (Amalia se dirige al armario, poniendose un guante de fiesta y jugando con el otro, hace una serie de movimientos muy marcados, mientras se contempla en el espejo). Que si que me pongo...Que si me encontrais favorecida...Que si Javier vamos a esa fiesta que van los fulanitez!...Que si papá reunía en su salón a lo mejorcito de la comarca...Que si...Que no...(exclamado de forma hosca, como si de un insulto se tratara) Esa...(señalando el baño) no es una señora. Esa es una señorita del pan "pringao". Si te mira y no te ve. Pide las cosas como un niño desde la cuna. Pedir...pedir para seguir viviendo, ó haciendo como que vive. Sin saber ni lo que pide, ni lo que tiene, ni lo que le dan. Y digo yo: ¿para qué quiere tanto capricho, tanto lujo, tanto marido?. Bueno...marido, lo que se dice marido...no tanto. Que de marido anda esta escasa. Ya lo decía mi abuela: "cásate por la dote y de tu mujer serás monigote". En fin, allá ella con su medio marido. A mi es que el pan sin sal...de nunca me ha "gustao". En cambio don Javier...¿eso si que es un hombre!. Ese si que se viste por los pies. Si hasta el aire corre de otra manera cuando él está, que en la nevada de la otra noche...yo con un sofoco!.....Continuará

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