Qué hacer con este barro que me quema las manos?. ¿Qué rabia, codicia de fuego incrementado empujan y sacuden el alma con viva ansia, por fabricar un mundo ya fabricado...rígido...cargado de mapas y fórmulas? ¿Cómo hacer más redondo su ya perfecto círculo? ¿He de pintar en blanco en frío y en nieve, llover sobre las aguas, dotar de alas y nubes a los pájaros y los cielos?
¡Qué hastío...los mares...las montañas en su sitio..ríos dibujados de azúl acuarela...sobre el ocre y el verde de las tierras ávidas...¿de qué?....no lo se. Vientos con nombres propios corren obedientes a las rutas ordenadas en los viejos planisferios...en el sordo misterio de las selvas gigantes, cuelgan grandes carteles de prolija botánica. El reptil tiene clasificada al día la coyuntura de sus huesos invertebrados. Escamas, plumas pétalos...hasta mienerales decoran polvorinas vitrinas de museos y llenas de tediosos latines abultados catálogos.
¿Qué hacer después de todo esto, con ese barro que tengo a punto...fermentado, esperando que le de forma?
En vano busco un trozo de horizonte vacío, dónde trazar los signos de mi propio zodíaco...arrojar la moneda de mi luna inventada...clavar ese sol personal y arbitrario que desborda mis ojos.
¡Este crecer en formas idénticas...cansadas...este ir soñoliento tras la gastada y lenta costumbre!...
¿Porqué he de ser mujer repetida de Eva...escudriñada en mi anatomía....porqué he de parir hombres iguales a otros...monótomamente repetidos....porqué mis lágrimas han de saber a lágrima y los besos a beso...mi sangre ha de tener el pulso equilibrado?...No entiendo....¿porqué?...